30 de Enero del 2024, Mexicali B.C. México.
Llevo ejerciendo aproximadamente 5 años como arquitecto. Sé que para ser un buen arquitecto aún me falta mucha experiencia. Si bien, con la experiencia que tengo hoy en día, soy capaz de llevar a cabo diversos proyectos y, sin minimizar cada uno de ellos, creo que el proyecto más difícil en el que estaré, sin duda alguna, es mi casa. En cierto punto, diseñar y construir un hogar es una gran responsabilidad. Al pecar de arrogante, entre más conocimiento adquiero, me doy cuenta de más opciones y, al tener más opciones, me es más difícil tomar una decisión.
Hace unos cuantos días, aproximadamente tres meses, me di a la tarea de realizar un ejercicio de diseño en el que me tomaba el tiempo de situarme en una situación con una aproximación a mi realidad. Más que nada en temas de presupuestos, situaciones familiares y proyecciones a futuro. Si bien, durante este periodo no le he dedicado el 100% de mi tiempo, me doy cuenta en el tiempo que le he invertido no me he llegado a satisfacer. Llevo aproximadamente 7 propuestas distintas, ojo, todas me han gustado desde la primera hasta la séptima, la cual me hizo darme cuenta de la situación y me inspiró a redactar este blog, ya que, si bien tengo gustos muy volubles o muy contradictorios, por ejemplo, me encanta el estilo arquitectónico del México colonial, incluso los funcionamientos, que estoy de acuerdo en que hoy en día no son la solución para la mayoría de las personas, ya que hemos avanzado en el tiempo y las actividades de descanso, ocio y labores son distintas, pero hay algo romántico en tener un patio central como distribuidor y pasillos que te transportan a lugares increíbles, con sus texturas y ornamentaciones que decoran inigualablemente los espacios. Lo difícil es cuán el Japandi se te hace realmente atractivo, la manera en que su filosofía te persigue en cuanto a la toma de decisiones en el diseño y como así muchas otras. El problema es que soy un partidario de entender los diseños y disfrutarlos, un amante de la arquitectura, así que es un tema de cómo obtener lo mejor de todo el mundo, a lo que caigo en cuenta de que la frase célebre y famosa entre arquitectos y diseñadores cobra mucho poder, y estoy seguro de que la conoces. Te la comparto a continuación: "less is more" - Mies van der Rohe -. Y sí, creo que, haciendo conciencia, es una gran manera de quitarnos estos fantasmas a la hora de diseñar, sobre todo para uno mismo, quitarnos los sesgos, entender las necesidades y brindar soluciones sencillas y eficientes. Ojo, sencilla no es simple, no es fea, no es inútil y no es un adjetivo malo en esta situación, hablando de arquitectura. Sino para mí, es eficiente, un proceso facilitándolo y haciéndolo cómodo.
Hoy en día siento que aún estoy puliendo mi filosofía de diseño, ya que no tengo una sola y trato de adaptarme sobre todo a las solicitudes de mis clientes. No siento que esté en posición de generar un solo perfil de diseño, que es la meta y aunque disfruto cuando llega un cliente que me dice "estoy buscando algo moderno sin ventanas" (algo contemporáneo e introspectivo), me fascina poder tomar ese reto al igual cuando me comentan estoy buscando algo como americano de California, con tejas (colonial español). Me encanta tomar este tipo de retos tan distintos, porque siento que me nutre como arquitecto ya que, a decir verdad, siempre tengo que volver a estudiar temas y recordar algunas cosas para poder entregar un trabajo satisfactorio.
Hoy en día, después de llevar a cabo investigación, introspección, errores y equivocaciones, me siento listo para tomar en cuenta lo aprendido y empezar nuevamente con este reto de diseñar mi casa. Por lo pronto, me daré una pequeña pausa en este ejercicio y primero practicaré con mi esposa, diseñándole su casa, que prácticamente es la casa en la que voy a vivir.
En resumen, diseña con menos, sencillo y satisface las necesidades. Cumpliendo con estos principios, creo que el lenguaje de diseño y decoración irá hablándote durante el proceso de diseño.
Por Arqui “Chuy”